Capital del espíritu. Un pueblo en medio del bosque de la zona más segura y calmada de todo Zens, un mundo de, literalmente, magia. Donde la disposición y fe es todo lo que necesitas. Un mundo donde la fuerza quiso dejar de ser sólo eso, quería encarnar, dejar de ser un algo y ser un alguien. Así nacieron cinco seres. De esos seres demás cúmulos de fuerza quisieron seguirlos y así llegaban más y más, cada vez nacían criaturas vivas, personas, razas... Pero ninguno fue tan grande como Los Cinco, hasta ahora. "Despierta nena". Una voz suave se escuchaba a la lejanía. Sentí el pasto y la hojas... Espera, ¿Estoy sintiendo? "Debes levantarte, ahora eres Quinn, la única...". La voz se hacía más lejana. ¿Soy la única? ¿En qué..? Recuerdo eso claramente, a pesar de los 18 años que han pasado.