Santiago conoce a Manuel cuando su vida parece ser dirigida por su peor enemigo. La monotonía. Una cosa de una noche, algo nuevo que jamás se había planteado, eso es lo que buscaba, pero para su mala suerte esa noche conocío al chico que pondría su vida de cabeza. Aquel chico de ojos profundos que lo hizo dudar de todo el amor que hasta ahora había profesado y... ¿De su sexualidad?