Lentamente fue abriendo los ojos para toparse con una pared blanca, quiso distinguir la puerta para salir y preguntar que ocurría, pero no pudo distinguirla, todo era demasiado blanco. El blanco le recordaba un lugar, el hospital, pero era imposible que ella esté en un lugar como ese. Escucho como alguien tocaba la puerta, sin haber respuesta la misteriosa persona abrió la puerta. Era un chico, de rizos castaños, ojos verdes, y alto -Hola- la voz de ese chico era como la de un ángel -¿Dónde estoy?- fue lo único que pudo pronunciar -En el hospital- hizo una pausa- no debería ser yo quien te de esta información pero solo diré que seré tu compañero de cuarto. Ella estaba asustada, no recordaba nada -¿Cómo te llamas? -No puedo decírtelo -¿Por qué? -Hay veces en las que las personas no pueden responder preguntas, no porque no quieran, simplemente porque ellos tampoco tienen la respuesta. {...} Novela 100% mía, prohibido copiar, prohibido adaptar sin mi autorización.