Ella era insegura, malhumorada, grosera, y le encantaba andar despeinada por la casa, era algo así como perfecta. Solo que no lo sabía. Él era el líder de los idiotas, inteligente, guapo y egocéntrico. No siempre era agradable conocerlo. Y tampoco será agradable seguir con su relación amor-odio si él sigue metiendola en problemas. ¿Qué los une? Un instituto. ¿Por qué? Ella debe aprender a ser una señorita, y él un caballero. El instituto Crawford para adolescentes rebeldes, el lugar perfecto para convertir a sus hijos en perfectas señoritas y/o respetables caballeros.
3 parts