En un lugar casi secreto que los árboles cubrían, dos niños jugaban a orillas de un cristalino río. Eran felices al menos un momento, aunque el destino se encargaría de separarlos. Los dos prometieron volverse a ver poniendo una recompensa para quien ganara. Nueve años después ambas partes se volvieron a encontrar, en el lugar menos esperado posible.