TaeMin estaba cansado de ser tratado como un crío, ¡ya tenía 19 años, joder! Y su padre seguía enviándolo en la mansión de las afueras para alejarlo de todo, su madre aún continuaba cosiéndole aquellos abrigos rojos que (desgraciadamente) de niño comentó que le encantaban. Las voces del resto de hijos de nobles se repetían constantemente en sus oídos «Caperucita Roja ¿otra vez has perdido el duelo?». Dios, como los odiaba. No supo cuándo ni cómo pero su extraña atracción hacia los hombres se había filtrado entre esos estúpidos nobles. TaeMin era juzgado, rechazado y odiado por todos. Todos excepto una persona: su querida abuelita a la que visitaba siempre que podía. Aunque aquella vez no sería como las anteriores. * * * Basado en la historia de Caperucita Roja || Participante del concurso "Cazadores de escritos" por CaveCrew. Prohibida la adaptación, plagio o extracción de partes no autorizadas.