Todo el mundo sabe que hay muchos tipos diferentes de adicciones, pero la de ÉL en concreto era, sin duda, una de las más peligrosas que podían existir.
»-Por ti, soy un puto yonqui masoquista, adicto a que me rompas el corazón.»
Sabía muy bien en dónde se estaba metiendo, pero no podía pensar en cómo acabaría al final.
Porque aquí solo cuenta el placer, no los sentimientos.
Porque aquí solo cuentan los gemidos, no los "te quiero".
Porque aquí solo existe la pareja, no el juguete.
»-Es un rompecorazones, y yo un gilipollas por dejar que me guste el sonido que produce cuando destroza el mío.»
El mecanismo de resorte se ha activado.
Ahora solo queda ver cuanto tardan los sentimientos en saltar y escapar de su peor prisión: el silencio.
_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_
Reservados todos los derechos de los personajes a su creador, Eiichiro Oda. Y a @Smokun por la flipante portada.