Dicen que cuando somos unos niños, nuestra imaginación es tan fuerte que podemos crear a un ser para que esté con nosotros, para poder jugar y sentirnos acompañados. Pero también dicen, que hay ocasiones en que esto se sale de control, y ese ser inventado cobra mente propia, impidiendole al creador hacer algo contra él. -Nota- *Primera parte de la Trilogía 'Heyark' (2da parte: El canto del Ángel y el Demonio; 3ra parte: Demence)