Quien diría que después de dos años de hacer el tonto por vine podríamos conocer a nuestros ídolos y hacer una hora con ellos por todo el mundo, ¿Quien lo diría? Cuando explicamos esta historia siempre decimos que fue suerte que un día ellos vieran un video nuestro y quisieran que les acompañáramos, siempre decimos que fue simplemente SUERTE.