Lucien Laverty ha llegado a odiar la vida y a todo cuanto le rodea, hasta el punto de abrazar la parte oscura de su magia para atormentar a los mortales. Thara Davenport, acusada de brujería, es torturada y sentenciada a muerte. La suplica de muerte en sus ojos verdes, envolverán a Lucien en una maldición de la que solo ella puede salvarlo.