- Buenos días Sean - saluda el doctor Grammer - adelante ponte cómodo Dejo salir un suspiro largo, nada está bien desde que mi princesa me dejo, en el tiempo que pase dentro de la clínica había encontrado un nuevo método para calmar mis arranques y solo me calmaba escuchado la voz de mi princesa, Ginger siempre logro calmarme hasta esa noche Necesitaba su hermosa voz para tranquilizarme "Cariño no lo arruines" esa frase se repetía en mi mete cada vez que me alteraba y siempre lograba serenarme; ¿Cómo seguir la vida sin ella?, habían pasado dos años pero no la hallaba solo tenía noticias de ella por Janees o Yhojan pero eso no me era suficiente - ¿Cómo estas hoy? - La pregunta que siempre me hace el doctor Grammer me saca una sonrisa - alguna pesadilla de la que me quieras hablar o quizás algún arranque - Afortunadamente ninguno de los dos, me encuentro bien - digo convencido - dormí toda la noche recorrida sin interrupciones y a pesar de tener presión en el trabajo no me he alterado - Eso es muy bueno, sabes Sean - Grammer se acomoda en su silla - desde hace meses has mejorado demasiado, he retirado los medicamentos y ya eres capaz de controlar tus impulsos y arranques por lo que he decidido verte solo una vez al mes - Bien, eso es excelente - sonreí ante sus palabras - porque le iba a comentar que la siguiente semana no podría venir, mi hermano se compromete y la fiesta será en Malibú - Eso es una gran noticia, solo recuerda dejar de fuera las bebidas alcohólicas - Lo sé doctor, tengo muy presente que aún estoy a prueba y no debo de beber nada que contenga alcohol, yo soy el que menos quiere regresar a la clínica Me despedí del doctor Grammer; estaba más que decidido a encontrar a mi amada Ginger, solo quiero verla para saber que está bien como dice y quizás acercarme a ella para volver a conquistarle, no tengo vida sin mí princesa, tan solo tengo vacío.
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