Ella era atípica, callada, sin mucha gracias, ocurrente solo con quienes la querían enserio. Tímida pero demasiado intensa, cada vez que la vida le regalaba un amor, ella terminaba rompiendo su propio corazón. La chica puente, el puente al amor verdadero para otro cuento y no el de ella. Su nombre Catherine Coldheart, su ciudad en el último rincón del mundo y su anhelo saber que es estar enamorada enserio. Una pequeña mirada a lo que la convirtió en la chica puente