Ella era una persona que tenía en claro pocas cosas, pero una de ellas era: La que se enamora pierde.
Su lema: 'Pasión y lujuria, pero nada de corazones rotos y lágrimas de bebé"
A los diecisiete años de edad, ella era una chica con el carácter formado por la ciudad del pecado: Las Vegas.
Era irresistiblemente bella y muy malvada. Hacía lo que quería y su madre no se lo prohibía.
Pero un día su madre se enamoró de otro hombre, uno que vivía en una ciudad completamente contraria a lo que ella era.
Tuvo que dejar de lado sus caprichos, sus enojos, para que su madre fuera feliz de nuevo.
Pero jamás creyó que encontraría el amor en la última persona y en el último lugar que ella lo hubiera buscado.