Ella era extremadamente joven; una niña que apenas estaba en la adolescencia. Él era un cretino por posar sus ojos en su escultural cuerpo y por no parar de tener pensamientos perversos de su sobrina. Después de que el padre de Caroline Forest y, su madrastra hayan decidido tomar unas vacaciones, dejando a cargo de su cuidado a su tío Jeffrey, este al fin ve una oportunidad para acercársele y hacerla experimentar día a día el exquisito mundo del sexo. Nada lo detendría, quería a su sobrina en su cama, debajo de él, satisfaciendo así, sus deseos sexuales que provenían de ese virginal cuerpo.