-¡Cristina!- gritaron el nombre de la pequeña pelirroja, la niña al reconocer la voz se giro con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Luke!- ella le imitó, pero en cuanto aquel pequeño se le acerco, ella pudo notar que algo no iba bien.
Ambos tenían tan solo catorce años, siempre que tenían que encontrarse. Debían hacerlo a escondidas de sus padres, ya que a estos le molestaba que una niña de la clase de Cristina tenga algún tipo de relación con su pequeño.
Luke traía en su espalda una pequeña mochila, en ella tenía sus pertenencias más preciadas, la niña frunció sus labios, sabía que algo le ocurría.
-¿Qué tienes, Luke?- preguntó ella acercandose más a él.
-Voy a mudarme, mis padres ya no estarán juntos.- dijo el niño de ojos azules cabizbajo.
Esto no podía ser cierto, ella quería entregarle una carta en donde decía que estaba enamorada de el, sin poder evitarlo lágrimas rodaron por las mejillas de Cristina. Luke al darse cuenta intenta abrazarla, pero ella le rechaza alejandolo.
Muerde sus labios intentando calmarse y dejar de sollozar. De donde puede saca la suficiente valentía para entregarle la carta en donde ella confesaba lo mucho que amaba al pequeño de ojos azules.
Luke la toma entre sus dedos con el corazón acelerado, abre la carta con una lentitud agobiante, en cuanto la saca del sobre, comienza a leer su contenido. Comienza a reír de alegría, ya que el también quería entregarle una carta junto con un pequeño collar.
Sin pensarselo bien, se acerco a la pelirroja para tomar entre sus manos su rostro, en el momento en que el rubio hizo aquello. Cristina se sonrojo de inmediato, su corazón no dejaba de latir con fuerza.
Luke junto sus labios en un tierno beso, para ambos era su primer beso.
En cuanto rompen del beso, el rubio le susurra lo siguiente.
-Jamás te olvidaré, prometo volver por ti.- dicho eso, besa la punta de su nariz, logrando que ella sonría.
-Te esperaré lo que sea necesario, lo prometo.-
Él es el único peligro presente cuando está cerca .
Ella es su tentación.
Él es un indiscutible error .
El señor de la oscuridad en Nueva York , el único que puede mostrarte que es el temor con tan solo una mirada .
Nadie nunca a logrado domar su corazón tan negro como la misma noche , él no tiene ningún tipo de remordimiento por nadie , no le importa nadie con tal de seguir en el poder .
Hasta que llega ella .
Que lo hace cambiar no tan solo de idea sino que lo hace mirar más allá de la lujuria .
Inicio de publicación 29_9_2024