Quizá pueda denominarse el desguace de las palabras, o en ocasiones incluso su cementerio. Porque está claro que donde van las palabras no lo sabemos, incluso el momento en que aparecen a escena puede quedar también en rincones polvorientos de la memoria.
Lo que nos dicen, lo que decimos y nos decimos aunque parezca mentira, eso sí trasciende a una dimensión, como decía aquél, es el cómo y no el qué lo que nos traspasa, y a decir verdad, cada momento en que empleamos palabras lo hacemos con un tinte diferente, a veces ese tinte junto a las circunstancias se tilda algo más inesperado, irreal, divertido, feliz, triste, aburrido...pero siempre diferente.
Y nos digan lo que nos digan, siempre nos quedamos con algunos apalabrados momentos por su brillar especial, por ese cómo que no se qué, ese cómo que nos transporta al momento y al lugar vividos al recordarlo, un click momentáneo, y como y sin tilde adictos somos, busquemos unos momentos especiales en el día de hoy y tornémoslos brillantes, es Miércoles, mitad de semana y todo ayuda! #adelante