Mi vida no iba a tener nunca un fin, desde el lugar en el que me encuentro sólo veía a una bella mujer con ojos esmeralda y cabellos tan brillantes como el sol cepillar su melena, arreglarse y salir por la misma puerta de esa habitación, día tras día, hasta que una noche no apareció si no hasta el día siguiente, empacando sus cosas y llevándome con ella junto con otros peluches sin valor... Una muñeca de porcelana. Eso es a lo que estaba condena a estar toda mi vida. Exacto. Estaba... Fue su culpa haberme liberado. .... - sólo es una simple muñeca - había dicho él. - no... ella es más que eso - contestó aquel chico que me habían encargado cuidar - ella es Marinette. Era la primera vez que me llamaban realmente como persona, solté una gota de agua de mis ojos, ¿pero que es esto?. Una luz iluminó la habitación. ******* *No habrá poderes ni kwamis *No lemon (me lo sigo pensando) *Adrianette