Kayn y tú se conocen de hace varios años, eres la hija del Emperador Jarvan IV, lo que te convierte en una princesa, poco después de que Kayn se convierte en Ordinal se va del Imperio a cumplir con las tareas que le dejaba el Emperador.
Con tu soledad escapabas a la arena de tu reino a ver los combates que había en el lugar, incluso tenías un diario de campo sobre las técnicas que observabas desde tu lugar, desde luego que usabas una capa con su respectiva capucha puesta y escondías la corona para que nadie te identificara.
Además de que en una visita del Ordinal Kayn, tu padre te compromete a casarte con el hijo un magnate rico, a lo que te negabas, le imploraste a Kayn que te ayudara, más él solo se quedó callado y se fue, para no regresar hasta después de más días.
Al poco tiempo Kayn regresa cambiado y mata a tu padre, con ello te secuestra y vives con él en su nave desde entonces.