Cuando nos conocimos, algo en el interior de ambos cambio y, fuera lo que fuera, hacía que nos necesitáramos el uno al otro. por razones que desconocía, yo era su excepción, y, por mucho que hubiera intentado luchar contra mis sentimiento, el era la mía. Esto apenas es el comienzo de algo mas grande que nos a preparado el mismo destino y la pegunta es ¿seremos capaces de aguantar todo para encontrar paz al final?