El destino tiene maneras extrañas de juntar a la gente y maneras mucho más extrañas de separarlas parece que solamente toma a dos personas al azar y como a cualquier juguete obligarlos a estar juntos pese a las circunstancias de la vida de cada uno, pero el destino al parecer estaba de mal humor el día que encontró a dos almas muy distintas pero con el mismo daño a veces el daño no puede ser reparado por una sola persona y tampoco por azares del destino