Harry había vivido la mayor parte de su vida en la cabaña cerca de las montañas y lejos de la ciudad; cuidaba de su abuela moribunda. Ambos habitaban en una pequeña casa hecha de madera, rodeada del bosque, donde la niebla cubría la punta de los árboles más altos. Mientras, en la ciudad, corría en voz de todos que la hija de los Patterson había sido encontrada debajo del hielo por su propia madre, aunque la causa de muerte, según había informado la policía, era suicidio. Ese día, aunque Harry no se enteró de la noticia, recordó lo que su abuela, alguna vez joven, le repetía; la cuidad estaba llena de caos y había que agradecer no estar rodeado de autos, y sí por árboles cubiertos de hielo. Update cada sábado. El tema de suicidio no se trata más que en un capítulo pero muy vagamente.