El era un hombre del espacio. Una de esas personas que sienten amor por estar ahi afuera, en la nada. Y que cada vez que pisan su planeta sienten la ansiedad de no tener nada mas que el frio metal de la nave bajo sus pies. Esa mañana se le habia asignado como misión recorrer las bases que orbitaban la tierra, chequeando que estuvieran optimas. Pero un imprevisto aberio su nave. Un asteroide errante atraído por la gravedad de la tierra le arranco el propulsor principal y los tanques de combustible. Quedo solo, a la deriva y sin respuesta desde la tierra. Relato tributo al libro El Hombre Ilustrado, del gran Ray Bradbury.All Rights Reserved
1 part