Fue aquella tarde, cuando lo vi por primera vez, estaba sentada en el sillón que está a lado de mi ventana y por fin habían vendido la casa de enfrente, ese día llegaron los nuevos inquilinos, era una familia de 4, pero el, él es guapísimo, que digo guapísimo, es un Dios, perfección pura, es alto, moreno, tiene buen cuerpo de cabello negro y una sonrisa hermosa, se parece a su mamá, su hermana tiene como unos seis años y su padre es muy atractivo.All Rights Reserved