Historia corta
Sí, era un monstruo. Me alimento de el terror de los bebes, así de patetico. Estoy castigado a deambular por siempre...
Tenía una nueva victima, era un bebé de 8 meses, mientras me acercaba a su cuna, vi al mocoso durmiendo con su peluche, grité tan fuerte que los vidrios retumbaron para asustarlo, pero era solo un sonido que podia escuchar el. El niño desperto y me sonrió, lo tomé en mis brazos.
-¿Porque no lloras pulga? ¿Acaso no te asusto?-pregunté y el pequeño cachetón comenzo a reirse de mi, movio sus manitos ¿Estaba sintiendo ternura?
-Ata.-balbuceo, indico su peluche para que se lo entregara, lo dejé en su cuna.
-No me intimidas pequeño cachetón.-entrecerre los ojos y el acerco su carita a mi rostro, dejo con su boca un rastro de baba en mi mejilla.-Agh, que asco.-al momento de decir esto, el bebe comenzo a llorar.-Shh callate.-tenía su boquita en forma de puchero, al momento de verlo, me fijé en la marquesa de la cuna.
《Jimin》
-Buuh.-balbuceo botando baba, aun así me provocaba ternura.
aqui supe que protegeria a este pequeño toda mi vida.