Liliana está en un gran problema, Alexander oconnel el príncipe narco a puesto sus ojos en ella. La obliga a ser su novia, pero luego se enamoran. Se casarán y tendrán dos hermosas hijas, a los cuales alexander piensa que no son de el. Pero luego se da cuenta del gran error que cometió en decir que nos son de el, por que los dos pequeños se parecen a él y por supuesto a la mamá. Siempre tiene que haber un malo, en este caso será una villana que será la porrista helen y le hará la vida imposible a liliana. Pero para liliana no será su vida de color de rosa como ella pensaba, después de su boda alexander la engaña con su peor enemiga. Y que tu peor enemiga se convierta en tu amiga y quiera hundir a el amor de su vida, ayudándote a obtener la custodia de tus hijos. Es extraño, ¿no lo creen?
Esta es mi historia, la historia de liliana de como me enamoré de un narco y de como me destruyó hasta ya no creer en el amor. Pero después llegó alessandro reconstruyendo mi corazón enseñándome a amar de nuevo.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...