Doyoung desconocía la belleza que aguardaba en las pequeñas cosas, así como los zumbidos de las abejas o la textura permeable de las flores... bueno, eso hasta que por casualidades se encuentra con Jungwoo; el chico de las flores que inesperadamente era el nieto de su vecina. Aquél chico le provocaría apreciar esos pequeños detalles que tanto ignoraba e incluso, le provocaría añorar los sentimientos que el otro le hacía sentir con una sola sonrisa; pues, la sonrisa de Jungwoo eran como zumbidos de mil abejas en su pecho.