Algunos escapamos para vivir lejos del mar y si la suerte es bondadosa, nunca seremos encontrados... No es mi caso. Volver a las profundidades, ya no es una posibilidad, el dueño de mi corazón habita en la tierra y hasta que lo devuelva, viviré entre dos mundos... o hasta que tenga que tomar el control del mar, como hija de Poseidón.