En mi mente sólo creí dos posibles respuestas al marcarte, no pensé que podría haber una tercera que me desgarraría el alma al pronunciarla, nunca creí escuchar una voz rota de parte de tu madre, y tampoco pensé que escucharía en algún momento aquellas palabras que salieron de tu boca ¿Pero sabes algo? A veces lo que crees imposible puede llegar a ser la cruda realidad