Su dolor era su mejor amigo, su hermano, su gemelo y su confidente. ¿Cómo se calmaba ese dolor? ¿Existía la fórmula secreta para detener el dolor? Si la había, George Weasley la desconocía. Y la necesitaba para calmar el dolor por la muerte de su gemelo, Fred Weasley. ¿Cuál fue la respuesta que encontró? Cartas. Escribirle a su gemelo y guardarlas. Y eso iba a hacer.