Síndrome de estrés post-traumático, dijeron ellos. Como si supieran todo lo que tuve que pasar, todo por lo que tuvimos que pasar durante tanto tiempo.
Han pasado 5 años desde que llegué aquí, he sido víctima de humillaciones, traiciones, golpes e incontables abusos. He conocido la maldad que se alberga dentro del ser humano y que reluce con fulgor ante el sufrimiento. He aprendido lo que se siente el verdadero dolor, el verdadero miedo, pero también el verdadero amor.
Pues de forma impensable encontré en medio de toda la desdicha al amor de mi vida, aquel de quien menos me quería enamorar.
Acompáñame en un recorrido por mi vida para entender el cambio abrupto, la transgresión que me llevó de vengar a las personas que amo y a destruir a las personas que me hicieron daño.
Y al final, podrás juzgar junto a mí, si quienes tienen la razón son aquellos que me admiran de forma triunfante como el reflejo de una heroína o quienes me miran atemorizados como la sombra del monstruo en quien me convertí.
Coraline estaba asombrada, jamás había visto a un vampiro tan de cerca excepto por sus abuelos; Caroline y David. Pero nunca se había cruzado con otro.
Emitió una sonrisa al ver a Clayton acercándose a ella como si un animal acechará a su presa.
Su vista volvío al libro para no enfocarse en la salvaje mirada con la que Clayton la observaba.
Ella agarró su libro y lo puso en su mochila, se paró y comenzó a alejarse. Tenía que llegar a casa antes de la anochecer porque si no su papá la iría a buscar con sus dos hermanos.
Sentía los pasos de Clayton detrás de ella pero ella no se detuvo. En eso se cansó y se dio la vuelta para preguntarle qué era lo que quería, pero el ya no estaba. Miró por doquier haber si lo alcanzaba con la mirada.
- ¿Me tienes miedo?- Preguntó él en su oído derecho. Ella se estremeció. Se dio la vuelta para mirar a los oscuros ojos que tiene.
-No te tengo miedo. No me lastimarás y si lo haces te perdonaré porque es tu naturaleza- contestó con algo de terror, pero ella sabía que no se podía mostrar con miedo ante su depredador.
-¿Sabes que te dejaría seca en un minuto?- él emitió una sonrisa con sus afilados colmillos.
Coraline se acercó a él y quedaron a centímetros de distancia.
-Haz lo.
Cerró los ojos para sentir los colmillos de Clayton romper sus tejidos y saciar lo.