Ser feliz no quiere decir que jamás habrán lágrimas, por el contrario, la felicidad llega después de la tristeza, en otras palabras, para poder saber cómo se siente la felicidad es necesario experimentar la tristeza. Durante mucho tiempo me mantuve equivocada, buscando la felicidad donde no debía... Hasta que un día todo cambió drásticamente.All Rights Reserved