Cansado de separar las almas entre buenas y malas, el ángel Puriel decide renunciar a su trabajo y vivir una vida mortal en la tierra. Tras la falta de quien cumpla el trabajo del ángel, las almas buenas y malas quedan sin rumbo y es ahí cuando se dirigen a las manos del Rey del inframundo. El arcángel Gabriel decide mandar a Lailah, "el ángel de la noche" a la simple vida humana con la misión de conquistar a Puriel y lograr convencerlo de regresar al cielo. Durante su estadía en la tierra tendrán que cruzar obstáculos enviados por el Rey del inframundo.