Cada aliento que tomes, cada movimiento que hagas, cada atadura que rompas, cada paso que des, te estaré vigilando.
Todos y cada uno de los días, y cada palabra que digas, cada juego que juegues, cada noche que te quedes, te estaré vigilando.
¿No puedes ver que tú me perteneces? Como duele mi pobre corazón con cada paso que das.
Cada movimiento que hagas, y cada promesa que rompas, cada sonrisa que finjas, cada parte que reclames, te estaré vigilando.
Desde que te has marchado estoy perdido sin un rastro, sueño por la noche y solo veo tu rostro, busco alrededor, pero eres tú lo que no puedo reemplazar, me siento tan frío y anhelo tu abrazo.
¿No puedes ver, Alexander, que tú me perteneces?
¡ADVERTENCIA!
Esta historia cuenta con lenguaje vulgar y escenas explicitas de sufrimiento, sadomasoquismo, violencia y sexo.
Andrew se avergüenzan de su naturaleza, e intenta esconder lo que es a causa de las creencias de su padre. Viviendo con el miedo a enamorarse y caer en las garras y obscuras tentaciones de un alfa, de ser marcado y depender de esa persona.
Pero con la ayuda de sus hermanos y sus amigos, Shawn se dará la oportunidad de ser libre, y aprender a amar, ¿será capaz de lograrlo?