Un joven juez con un sueño inocente. Reza día y noche para poder volver a ver a esa persona que tanto tiempo ah buscado. Se ah desvelado caso tras caso con la esperanza de encontrarlo...
Un asesino...
Un juez...
Jóvenes desaparecidos...
Corazones rotos...
Y una obsesión...
¡ERA MÍO!, ¡ME PERTENECÍA!, le di todo el amor que tenía, pero como no... El no sentía nada por mí -su voz cambio a una de enojo- ¿Se imaginan como me sentí? ¡YO LE DI TODO! -El jurado notó como todo aquel enfado se fue a otro lado para dar paso a la ¿tristeza? - Entonces lo noté... El amor se había acabado, él ahora solo era un recipiente vacío, y aunque me dolió arrebatar su vida, también sentí paz al verlo allí tendido con sus ropas teñidas de rojo, después de todo, fue el mismo color que represento el amor que le tuve.
- ¿Cu-Cuál era su nombre? -pregunto con intriga del juez, quien fue el único en atreverse a hablar después de que aquel hombre comenzara a hablar. -RESPONDE, ¡¿CUÁL ERA EL NOMBRE DE ESE MUCHACHO?!-
-¡Mintió!...
- ¡¿De que rayos hablas?!
- Te juro por lo más sagrado que resolveré este caso... Así sea lo último que haga...
Esto y más en....
Inquebrantable...
No pierdas la esperanza de volverlo a ver... Aún si es para enterrarlo...