Que se coqueteaban cuando eran unos nenes era una cosa; pero esperar que se casen felizmente después de años de no verse solo para consumar un negocio entre familias, es otra. El rubio y la azabache harán todo lo que esté a su alcanze, desde bromas estúpidas hasta peleas a muerte, todo con tal de quedar como amigos y no tener que comprometerse puesto que les pareció una falta de respeto que ni se les consultara antes de obligarlos a poner sus pies sobre el altar. Todo apunta a que esto será un desastre. A menos claro que dejen su orgullo de lado y terminen amandose como en su infancia. Puntos a esclarecer: Soy una completa novata en esto, sin embargo espero y mi intento de historia sea de su agrado ^w^ Los personajes pertenecen a Kishimoto e Ikemoto sama.