Siempre se tiene secretos, muchos dolorosos y otros no tanto. Frida llega decidida a vivir una vida normal, la que le pertenece y la que le arrebataron. Decidida a empezar de cero (o no tan de cero) se enfrenta a situaciones que nunca imaginaría. Además de convivir con su insufrible compañero y casero de piso, prepotente, insufrible, idiota, arrogante, antipático, guapo, presumido, misterioso y guardador también de sus propios secretos.
Son palabras de Frida, no mías.
Esta historia es completamente ficticia y mía. Todos los derechos quedan reservados.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...