Yo era la chica a la que no mirabas cuando pasabas a mi lado, la que andaba cabizbaja y no dedicabas un solo pestañeo, la que se sentaba en primera fila esperando que alguien se percatara de mi presencia... pero en ese tiempo aprendí algo: No eres visible ante nadie hasta que no eres la protagonista de algo importante. Y entonces me volví la protagonista de las conversaciones en los pasillos, la dueña de los pensamientos de muchos profesores. Mi nombre se volvió visible ante los ojos de todos porque en esos días aparecí muerta en los baños del instituto. ¿Suicidio? Todos creen que sí, pero no estaba tan desesperada para quitarme la vida. Alguien me asesinó. Y ahora mi mejor amiga de la infancia ha regresado al enterarse de mi muerte y quiere saber la verdad de todo lo que me ocurrió. Lo que no sabe es que mi asesino está más cerca de lo que ella piensa observando cada uno de sus movimientos y cuanto más se aproxima a la verdad más lo hace de acabar bajo tierra, como yo.