(El título no es una referencia a la canción de David Bowie) La muerte es un proceso muy doloroso, para los seres queridos de la víctima claro. Es difícil superar la pérdida de algún ser querido, así sean hijos, padres, hermanos, primos, tíos, amigos, etcétera. La gente llora por algún tiempo la pérdida. La mayoría consigue superarla, pero otros no lo consiguen y eso les deja cicatrices para el resto de su vida, cicatrices que pueden conducir al atentado contra la vida misma. Sin embargo, en raras ocasiones hay algo más detrás del telón. Algo digno de ser considerado una falacia descabellada debido a lo surrealista que suena: una muerte fingida. Hacer eso es básicamente engañar al mundo, venderle al mismo una mentira. Pero ¿qué pasa si en lugar de ser eso, en realidad alguien fingió su muerte? ¿qué pasaría con todos los que lloraron por esa persona cuando se enteren que fue todo en vano? ¿que nunca hubo necesidad? Eso es lo que le sucederá al joven Lincoln Loud y a dos de sus amigos más cercanos. En medio de un desastre de proporciones bíblicas, confusiones, abuso, maltrato, marginación, y mucho estrés el chico decide "acabar" con su vida luego de la acción de un detonante. Varios años más tarde, se destapa el pastel. Y todo su círculo de personas allegadas serán testigos de como él y sus dos amigos le vendieron una mentira al mundo. Ellos son... Los hombres que vendieron al mundo. * Loudcest (Lynncoln) mínimo. * Sólo soy dueño de mi personaje, The Loud House y sus personajes pertenecen a Nickelodeon y a Chris Savino. * Habrá un personaje invitado, propiedad de su respectivo creador.
8 parts