Cazadores de Gemas.

William Herondale. Mitad gema de cristal, mitad cazador de sombras, ¿por qué nada en su vida tenía que ser fácil? su madre (la líder de una rebelión contra el sistema anticuado de las gemas) y cazadora de sombras (aún no entendía como era eso posible) prefirió ceder su forma física para tenerlo. Su padre, un joven cazador de sombras, uno de los mejores. Sus tío Simon, que parecía no muy de acuerdo en dejarlo ir, algo sobre que su madre era su mejor amiga y que debía cuidarlo como ella lo hubiera hecho. Raphael Santiago, vampiro malhumorado y gema que babeaba por Simon (nunca lo aceptaría). Malec oh, como amaba a ese hombre que solo sonreía para calmarle. Porque estaba enloqueciendo. Entre aprender cómo ser una gema mágica no impide que el mundo de lo sobrenatural te afecte, porque: "oh, tenemos un cuerpo físico, falso, pero aún así cumple las mismas funciones que un humano" noticias, que se vayan a la mierda todos, la clave, su padre, las gemas con lo que debe saber sobre su madre (o lo que esperan de él) sobre cómo ser hijo de Jace Herondale le convierte en una máquina de matar.

Pero día, un día destruiría a las diamantes, a la clave, mientras se sienta en ese bonito sofá de oro de su tío Raphael mientras ve arder el mundo. Lento, perfecto y magníficamente mientras gobierna como un ser inalcanzable. Una risa maniática se escapó de sus labios mientras alzaba las manos profiriendo ser el nuevo gobernante absoluto de todo el maldito mundo.

-Deja de hacer eso-un zape consiguió reducirlo-otra vez hablando contigo mismo sobre el dominio mundial. Déjate de tonterías y ponte a estudiar.

-Sí tío Simon-gruño. Un día tendría el dominio mundial, por ahora solo terminaría su tarea antes de que Simon le retará de nuevo.