Tenía los labios morados, la piel pálida y el pelo oscuro manchado por una extraña escarcha fosforecente. A sus costados habían dos antorchas doradas puestas con suma delicadeza. Todo el escenario soltaba un vapor de mala vibra y lo confirmé cuando vi avanzar a una criatura negra hacia el pequeño, seguramente el maestro del trapo, lo tomó y lo alzó hasta que empezó a flotar hacia el techo-espacio y se lo chupó dejando un silencio fúnebre. ∆Hola, aquí les traigo una mini historia, fin.∆All Rights Reserved