Aroma,
declaración a moca.
Del tueste medio del café de grano,
esbozó el contorno de tu dulce encanto.
¡Aroma majestuoso del moca acaramelado!
Tenue y tibio aroma dejillo de piel
como suaviza el viento al desfilar, purificando la hiel.
Sin forjar memoria buscó lo sápido del cacao
catando el saborcillo que me has dejado.
Del tueste medio del café de grano,
esbozó el contorno de tu dulce encanto.
¡Aroma majestuoso del moca acaramelado!
Y, como no podría camelar el aroma
que dejo la mácula sugestiva,
tan suave como exquisita
de la efímera orilla de tu boca.
Del tueste medio del café de grano,
esbozó el contorno de tu dulce encanto.
¡Aroma majestuoso del moca acaramelado!
Aroma, declara el erudito rizo
formado en extensas espirales al unísono.
Sutil de un maravilloso moca espumoso,
esmerado por un centenario Turco sumiso.
Del tueste medio del café de grano,
esbozó el contorno de tu dulce encanto.
¡Aroma majestuoso del moca acaramelado!
Se muele el café, cacao delicado,
consumado en sinergia de sabiduría y mando,
con extremada templanza
deleitas lo inesperado.
Del tueste medio del café de grano
esbozó el contorno de tu dulce encanto.
¡Aroma majestuoso del moca acaramelado!
Marrón, revestimiento en orbita
de la fina capa de efervescencia.
Inherente perspicacia de transmitir el aroma,
de la apacible sonrisa del moca que libaba.
Del tueste medio del café de grano
esbozó el contorno de tu dulce encanto.
¡Aroma majestuoso del moca acaramelado!
Aroma,
Declaración a moca.