Me llamaba Hazel, sí, ya lo sé, a mi tampoco me gustaba mi nombre, se notaba que mis padres me odiaban, pero no sólo mis padres, me odiaban mis amigos, me odiaba mi familia, me odiaba yo. Odiaba mi pelo, mi cabeza, mis ojos, mi nariz, mi boca, mi cuerpo...todo lo que era mío, la gente me trataba como a una mierda. En el insti, todos se burlaban de mi, y me empujaban. Creo que habréis notado que estoy hablando en pasado, ¿y a que no adivináis qué pasó?, me suicidé.
Os contaré la mierda de vida que tenía antes.