La vida y la muerte son hermanas siamesas separadas al nacer, pero que el tiempo inexorablemente vuelve a reunir más tarde o más temprano, ya que cada una conserva siempre, algo de la otra.
Muchos están convencidos que por sus valores opuestos son definitivamente antagónicas; sin embargo ellas siempre han demostrado a quien esté dispuesto a entender, que en realidad son complementarias. La muerte no odia a la vida, ni la vida combate a la muerte. Sólo transitan la eternidad cumpliendo tareas diferentes.
Mientras en un hospital alguien muere, dejando una profunda congoja entre sus seres queridos, en otro sector del mismo hospital alguien nace, repartiendo alegría a otros tantos seres que lo estaban esperando para amarlo.
La Tierra es como un gran hotel donde unos llegan para pasar un tiempo de estadía, mientras otros dejan su habitación para partir rumbo a un nuevo destino. Ha sido, es y será siempre así. La vida y la muerte nos llevan y traen una y otra vez a medida que nuestro progreso espiritual nos permite avanzar en nuestro camino.
Almas Afines es una historia de amistad, pero también es mucho más. Es la historia de todos y todas, una vez que descubrimos que la vida se vive mejor desde el amor y que la muerte no es el final de todo. Es apenas un desvío que nos señala un nuevo camino.