Cuando salimos a pasear no puedo evitar que meta la nariz en todos lados. A veces suelto su correa y vuelve con cosas desagradables en la boca. Después de regar religiosamente la maceta de baño se limpia sus partes. Luego va y me lame toda la cara. No sé como soporto sus besos de hocico. Ah, pero me mira sacudiendo la cola y me derrito. Pero que bonito mi bebito hermoso hijito de mamá. Un momento... Manipulador