Todas las estrellas que nos separan
38 Partes Concluida Harriet es un fantasma y solo Aiden es capaz de verla. Mientras intentan averiguar quién es el asesino de Harriet, su amistad se convierte en algo más. ¿Puede el amor superar las barreras de dos mundos diferentes?
* * *
Harriet tiene varias certezas en su vida. Sabe que le hubiese gustado ser veterinaria, que Lily y Jayden serán siempre sus mejores amigos y que los nombres de comida son la mejor alternativa para bautizar a los animales de compañía.
También es consciente de que es un fantasma. Su futuro se torna negro cuando descubre que está atrapada en un mundo que no le corresponde, condenada a vagar por las calles de Bergen, silenciada y limitada a observar cómo sus seres queridos continúan con sus vidas sin ella.
Lo único que tiene claro Aiden son tres cosas: disfruta el presente como si no hubiese un futuro, jamás permitas, ni cometas, una injusticia y nunca dejes atrás a uno de los tuyos.
Aiden no se considera especial en absoluto. No es el chico malo que arranca suspiros a las jóvenes ni es el capitán del equipo de fútbol del instituto con el que todos querrían rodearse.
Por este motivo, Aiden se pregunta por qué demonios él es el único capaz de ver a alguien que está muerta.
A pesar de sus diferencias iniciales, la joven de mirada triste y palabras contenidas descubre que ella y el muchacho que siempre lleva auriculares y con pecas en el rostro no son tan dispares como creía. Y así, entre el amor que comparten por los animales, películas de superhéroes y gélidos paseos por una de las ciudades más famosas de Noruega, se va forjando una bonita amistad entre ambos.
Pero un nuevo suceso los sacude y ambos deberán hallar la respuesta a la pregunta ¿quién mató a Harriet Bonner?