No te conozco a penas, pero quiero hablarte. Quiero hablarte de ti.
Ojalá los que te rodean te hablen mucho y siempre de ti.
No de lo bonita que eres por fuera,
de lo bonita que llegas a ser por dentro,
hasta que te convenzas de alguna manera,
porque sin conocerte,
sé que no te lo creerás lo suficiente.
Que no son todo portazos los intentos por los demás,
que son puertas que se abren,
aunque todavía no sepas donde te van a llevar.
Que te has ido de casa,
pero no para irte,
para regresar,
a esas personas que llamamos HOGAR.
Que has sido amiga, amante, mujer, hija, madre y abuela,
que has sido y eres esa costilla irrompible de un hogar delicado,
que el problema no eres tú,
que la culpa no la tienes tú,
que el muerto no lo cargas tú...
Que no hay más luz al final del túnel que la que tú llegues a generar, que todo llega para el que sabe esperar.
La vida no te preguntó que querías,
ella fue sin más,
que dan igual los demás,
tú supiste por naturaleza que lucharías,
y eso,
es eso con lo que te tienes que quedar,
que aunque todo parezca que vaya a fallar,
tú puedes con ese peso,
con muchísimo más.
Ojalá te lo digan,
como yo te lo digo ahora,
que eres mucho más
de lo que ves en frente de un espejo,
que no es de tu cara el reflejo,
si no de todo aquello que hiciste por los demás,
nadie más que nosotros podrá valorar,
las batallas que hemos librado,
las que colgamos en las cuerdas de tender en aquel rincón dentro de nosotros,
escondido,
camuflado.
Es por poder luchar por lo que sentirse afortunado,
y no apenado,
que las cosas no salgan como nosotros queremos,
no quiere decir que no salgan
y por más que nos empeñemos,
a veces los resultados no nos salvan.
Como te dije nos ocupamos,
no nos preocupamos.
Que suerte la mía,
tener cerca a una MUJER como tú,
una madre coraje,
que aunque no mía,
mío el aprendizaje.
Ojalá te lo digan mucho,
sigue haciendo lo que has hecho,
yo desde lo más profundo de mi pecho,
te digo que para cuando quieAll Rights Reserved