La vida en el Imperio podría definirse con una sola palabra: recta. Todo era metódico, todo era planeado, la conquista de mundos siempre era exitosa y todos y cada uno de los miembros del Imperio entendía y desempeñaba su labor como se debía. Pero había un problema: ¿qué había de la individualidad de cada uno? Estaban obligados a cumplir el mismo trabajo durante toda la eternidad y no tenían posibilidad de aspirar a más, sin embargo nadie se quejaba de eso. Hasta que apareció Vii la única aristócrata que nunca logro conformarse con lo que el Imperio le ofrecía, y es gracias a su sed de "ser algo más" que impulsará a todos los miembros de ese mundo a aspirar a algo más que una vida monótona. Pero más a uno en específico.All Rights Reserved
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