-Oye mira yo no te conozco así que por favor aléjate --- retrocediendo hasta chocar con la pared y ser acorralada por aquel chico de ojos marrones con una mirada muy penetrante que hipnotizaría a cualquiera y hasta el mismísimo diablo temblaría de miedo al cruzar mirada con aquel ser--- ¿Qué diablos quieres de mí? -Mi querida Adriana, te quiero a ti... tú me perteneces, eres solo mía. En ese momento ella estaba en shock y solo pudo decir cinco palabras -¿De qué manicomio te escapaste?