Antes de empezar con esta historía, te recomiendo leer primero Luzbel, la historia de Lorena mi primer demonio.
***
Ella es Alice, mi segundo demonio sexual al cual nombré Asmodeus, el rey demonio de la lujuria.
Una semana de soledad y castigo te permite entrar en el mundo de nuevas personas. Una de ellas que te invita a conocer ese lado oscuro que siempre te llama pero al que no te atreves entrar.
Ella es una mujer espectacular, al principio me caía hasta mal, pero leyéndolo entre líneas lo que descubrí es que es una mujer decidida que encontró las riendas de su vida y las lleva con fuerza, defiende lo que quiere y lo que le gusta con firmeza, esa fuerza que atrae toda cantidad de pensamientos de lujuria y deseo a su alrededor.
La considero casi como un maestro, me impulso a conocerme, explorar y a nunca para de escribir. A pensar en grande y pasar de simples relatos a escribir mi propio libro.
A ella no le tenía miedo, si un gran deseo, me intrigaba demasiado. Le propuse a mi esposo conocerla y fue un no rotundo. No me quería vencer, quería tenerlos a ambos juntos. Trabajé por meses la idea en su cabeza, hasta que cedió un poco.
Decidí comenzar una historia, que iba a ser el abrebocas de lo que quería vivir con ellos una noche. Él la leyó y estaba encantado, al fin abría la puerta para hacerlo realidad... justo cuando iba a contarle a ella del plan me volvió a pasar lo mismo. Demasiado tiempo y se aburrió de tanto coqueteo y nada de acción.
Una verdadera lastima, ella ahora no esta, la vida continua y si algo he aprendido es a solo mirar el pasado como un recuerdo. Estaré agradecida porque muchas veces me dejo entrar en su intimidad y por su paciencia al explicarme sobre su mundo desconocido.
Esta corta historía, es producto de la mente, parte de las cosas que alguna vez me imaginé vivir con ella.
***
Dedicado con mucho cariño a Asmodeus y Luzbel.
Gracias por estar ahí para mí en los momentos difíciles.
Emma era la mejor amiga de infancia de Billy Loomis y Stu Macher, siempre fue el consuelo del corazón salvaje de Billy. En la enferma mente de Loomis, Emma solo era una muñeca de su propiedad.