el juego del amor, mientras caes en tentacion

no es que la vida sea fácil nunca lo será, eso lo sabe ella y por sobre todas las cosas no siempre podrá tener el control, tanto como quisiera nunca podría pero aún así lo intentaría, eso pensó mientras miraba el cielo estrellado, viendo como una luna, tan inmensa como el cielo iluminaba cada espacio, esperaba con ansias el eclipse que había visto en televisión, su primer eclipse, su primer deseo.

-en verdad no pediras un deseo-su sonrisa se hizo presente "ya perdiendo" pensó ella
-ni lo haré, es infantil- miro al cielo, sus ojos la devoraban
-pedire estar contigo siempre- su voz queda, o valla que delirio
-haz lo que quieras- si el lo pide se hará realidad- a mí no me importa- mi mala suerte nos separara- me voy tengo frio- me quedaré así, para recordarte cuando aun tienes amor en tu mirada.

-debi pedir el deseo, no haberme ido me hubiera dado al menos 10 minutos con el, sólo eso.

-dime ¿cuantas eran mentiras?, dímelo, porfavor- en cada frase su voz quedaba, su llanto se trataba su dolor y mis ojos, dolían, mi garganta ardía quería decir que ninguna, que solo en la que decía que lo amaba, que no le había mentido a el no, no lo hacía.
-no necesitas saberlo- no te haría daño, a ti no.
-se lanzo- llegó corriendo mi madre y su mirada no tenía palabras, ella por fin lo hizo.
-desde un puente- dijo con indiferencia- tienes que ir a verla, no desperdicies por todo lo que has trabajado hasta hoy- no se había percatado de el, no hasta que escucho un gemido y su mirada de odió hacia mi.
-y a ella- grito una vez- y a ella?- grito dos veces- y a ella?- grito tres veces-¿cuantas veces le mentiste?- dijo tan despacio que probablemente mamá no lo escucho, pero yo sí, y tan sólo eso me destrozó tanto, que nunca me recupere, aún no estoy bien, pero aún así recuerdo que conteste.
-no las suficientes supongo-dije con ademán de indiferencia- si hubieran sido suficientes no se habría matado- una sonrisa se dibujó en mi rostro y camine a su lado, susurrando un inaudible lo siento